262016Abr

Si tienes dudas sobre el PSA el Dr. Martín Martínez te las aclara

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LA PRÓSTATA, EL ANTÍGENO PROSTATICO ESPECÍFICO Y EL PACIENTE

La próstata es una glándula que en el hombre abraza la salida de la vejiga hacia el exterior y que produce el líquido seminal que, junto a los espermatozoides que provienen de los testículos, conforman el semen que se emite con la eyaculación.
El antígeno prostático específico (PSA) es una proteína que fabrica la próstata para mantener líquido el semen aunque una pequeña fracción se libera también al torrente sanguíneo donde puede ser detectado mediante un análisis de sangre convencional.
Por tanto, TODAS las próstatas en mayor o menor cuantía producen PSA y a todos los hombres con próstata, salvo alguna excepción, se les puede detectar una cierta cantidad de esta proteína en sus análisis.
A raíz del descubrimiento del PSA en los años 70 se pudo comprobar cierta relación entre los niveles del PSA en la sangre y la probabilidad de padecer un cáncer de próstata, que es el más frecuente y la segunda causa de muerte entre los hombres.
Pero esta relación tan interesante para la práctica clínica no permite establecer un valor exacto que asegure o descarte completamente la presencia del cáncer,  puesto que existe una gran variabilidad en esta cifra para un paciente en función de distintos parámetros o situaciones entre los que podríamos mencionar:
– Raza, edad, lugar de nacimiento y vida
– Tamaño de la próstata
– Infecciones de la orina o de la próstata
– Manipulaciones de la vías urogenitales, como sondajes, intervenciones quirúrgicas, tactos rectales
– Eyaculación muy reciente
– inflamaciones espurias de la próstata de causa propia o de vecindad
– Infartos prostáticos
Por tanto las cifras del PSA son solo orientativas en cuanto a la probabilidad de padecer el cáncer de próstata y le corresponde al médico de atención primaria o al urólogo especialista el análisis de ese conjunto de situaciones, a las que hay que sumar:
– la exploración mediante tacto rectal
– antecedentes familiares de cáncer de próstata en parientes de primer grado (padre, hermanos, abuelos, hijos)
– la toma de medicamentos que interfieren en esa cifra (finasteride, dutasteride, flutamida, bicalutamida, inyecciones de análogos de la hormona liberadora de las gonadotropinas)
– la evolución del valor del PSA en el tiempo
lo que puede hacer elevar la sospecha de cáncer en la glándula prostático de un paciente determinado.
La cifra de PSA es muy útil pero, en cualquier caso, el análisis por sí mismo, una cifra determinada de PSA, no constituye nunca un diagnóstico firme de cáncer de próstata: una misma cifra puede ser sospechosa para un paciente y nada sospechosa para otro. Siendo las cosas así, es preciso someterse, cuando la sospecha es elevada, a la toma de muestras de la próstata (biopsias) por el especialista, con la ayuda de algunos métodos de imagen como la ecografía transrectal y en un futuro ya cercano con imágenes de resonancia nuclear magnética fusionadas con ecografía.
Como norma general no está indicado someter indiscriminadamente a este análisis sanguíneo a toda la población masculina. Se recomienda su examen a hombres entre 50 y 75 años de edad, con expectativas de vida superiores a 10 años y que pasen por las consultas de atención primaria o urología con sintomatología genitourinaria o que lo soliciten.
En caso de existir antecedentes familiares de cáncer de próstata la recomendación se adelanta a los 40 años.
No existe tampoco una periodicidad fija para repetir los análisis a cada paciente; lo habitual es hacerlo de forma anual, aunque en algunos casos puede hacerse cada 2 años y, en casos seleccionados, en plazos inferiores.
Consulte a su médico de atención primaria y a su urólogo especialista todas las dudas que le surjan al respecto. Le ayudaremos a entender y a tomar el camino adecuado en cada caso.

Dr. Martín Martínez
Médico-Cirujano Especialista en Urología
Consulta Médica Torrelodones